rllr en pelota
Una biografía no autorizada de Derek trae a la palestra su relación con Rodríguez desde que se conocieron en 1993. Los celos, la traición y las decepciones matizan la rara amistad de este par de superestrellas de los Yankees De acuerdo con una biografía no autorizada de Jeter que saldrá a las librerías el próximo mes, los dos compañeros de los Yankees de Nueva York han pasado la última década haciéndose swing uno a otro.
El diario “The New York Post” extrajo parte del libro “El Capitán”, escrito por el periodista deportivo Ian O’Connor, que narra la antigua relación entre las dos superestrellas desde sus días de novatos en las Grandes Ligas hasta su actual coexistencia en el Bronx. Cuenta O’Connor que la fricción entre Jeter y Álex era tan legendaria que un oficial de los Yankees admitió que estaba demasiado asustado como para sugerirle a Jeter que hiciera las paces con Álex. “Hubiese sido la última conversación que habría tenido con Jeter”, dijo el funcionario de los Yankees. “Hubiese sido como acercársele a Joe DiMaggio para hablarle acerca de Marilyn Monroe”.
La obra también menciona a Don Mattingly, entonces coach de bateo del equipo, y quien trató de intervenir incluso citando su propia historia poco amigable con Wade Boggs.
Jeter, de 36 años, era novato yankee y A-Rod, de 35, un recién escogido en primera ronda por los Marineros de Seattle, cuando se conocieron en un partido de béisbol de Michigan-Miami en 1993. Fueron presentados por el agente Steve Caruso, quien observó que a A-Rod se quedó fascinado por Jeter.
El diario “The New York Post” extrajo parte del libro “El Capitán”, escrito por el periodista deportivo Ian O’Connor, que narra la antigua relación entre las dos superestrellas desde sus días de novatos en las Grandes Ligas hasta su actual coexistencia en el Bronx. Cuenta O’Connor que la fricción entre Jeter y Álex era tan legendaria que un oficial de los Yankees admitió que estaba demasiado asustado como para sugerirle a Jeter que hiciera las paces con Álex. “Hubiese sido la última conversación que habría tenido con Jeter”, dijo el funcionario de los Yankees. “Hubiese sido como acercársele a Joe DiMaggio para hablarle acerca de Marilyn Monroe”.
La obra también menciona a Don Mattingly, entonces coach de bateo del equipo, y quien trató de intervenir incluso citando su propia historia poco amigable con Wade Boggs.
Jeter, de 36 años, era novato yankee y A-Rod, de 35, un recién escogido en primera ronda por los Marineros de Seattle, cuando se conocieron en un partido de béisbol de Michigan-Miami en 1993. Fueron presentados por el agente Steve Caruso, quien observó que a A-Rod se quedó fascinado por Jeter.
La pareja tenía mucho en común: eran torpederos jóvenes, ambiciosos por la cúspide del estrellato y dividían su tiempo entre la casa de A-Rod en Seattle y el apartamento en West Side de Jeter. Ellos aparecieron juntos en la portada de Sports Illustrated en 1997.
Según el libro, en 1998 Rodríguez se había convertido en un celoso en secreto de la estrella en ascenso Jeter por su inclusión entre las personas más bellas de la revista People, sus comerciales y por la popularidad entre los fanáticos. Definitivamente, Álex era considerado el mejor jugador del béisbol, pero Jeter estaba más en los titulares.
El rompimiento. La ruptura se produjo en 2000 cuando A-Rod, que jugaba para los Vigilantes de Texas tras un histórico contrato de 10 años y 252 millones dólares, hizo una serie de comentarios públicos que le dolieron mucho Jeter, quien se encontraba en medio de la negociación de su contrato (que luego firmaría por 10 años y 189.5 millones dólares). “Simplemente no pone números de poder”, explicaba A-Rod a un entrevistador de ESPN Radio sobre por qué se le pagó más que su colega. “Y defensivamente no hace todas esas cosas”, agregaba. Fue como una línea al corazón de Jeter. Y A-Rod supo de inmediato que cometió un gran error. Condujo 90 minutos desde el campo de entrenamiento de los Vigilantes en Port Charlotte, Florida, a la casa de Jeter en Tampa para pedir disculpas.
Según el libro, en 1998 Rodríguez se había convertido en un celoso en secreto de la estrella en ascenso Jeter por su inclusión entre las personas más bellas de la revista People, sus comerciales y por la popularidad entre los fanáticos. Definitivamente, Álex era considerado el mejor jugador del béisbol, pero Jeter estaba más en los titulares.
El rompimiento. La ruptura se produjo en 2000 cuando A-Rod, que jugaba para los Vigilantes de Texas tras un histórico contrato de 10 años y 252 millones dólares, hizo una serie de comentarios públicos que le dolieron mucho Jeter, quien se encontraba en medio de la negociación de su contrato (que luego firmaría por 10 años y 189.5 millones dólares). “Simplemente no pone números de poder”, explicaba A-Rod a un entrevistador de ESPN Radio sobre por qué se le pagó más que su colega. “Y defensivamente no hace todas esas cosas”, agregaba. Fue como una línea al corazón de Jeter. Y A-Rod supo de inmediato que cometió un gran error. Condujo 90 minutos desde el campo de entrenamiento de los Vigilantes en Port Charlotte, Florida, a la casa de Jeter en Tampa para pedir disculpas.
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