El inicialista Carlos Peña había viajado a Santo Domingo para sus vacaciones con su familia y amigos.
El quisqueyano tenía planeado volver a los Estados Unidos el 11 de enero. Pero la semana pasada todavía estaba en un gimnasio entrenando cuando ocurrió la tragedia. "De repente todo el edificio se estremecía de lado a lado", explicó Peña. "Mientras estaba sentado en el gimnasio, todo se movía de izquierda a derecha. No sabía lo que estaba pasando".
Al oeste, el terremoto que Peña sintió fue el mismo que causó tantos estragos en Haití. Al comienzo Peña no estaba enterado de lo que había sucedido en Haití, pero tuvo que buscar a su familia mientras las advertencias de tsunami rodeaban todo el sur de la República Dominicana. "Estaba preocupado por la seguridad de mi familia", indicó Peña. Luego de asegurarse de que su familia estuviera fuera de peligro Peña supo lo que había pasado en el país vecino.
Peña y su familia regresaron a los Estados Unidos el fin de semana pasado, pero antes hicieron lo posible con su iglesia para ayudar a reunir artículos para enviar a Haití. Toda la experiencia ha hecho que el toletero se sienta orgulloso de la forma en que sus compatriotas se han unido para amparar a sus vecinos, aunque históricamente ambos países no se han llevado muy bien.
El inicialista quiere continuar ayudando a Haití y dijo que está contento que los Rays están apoyando la causa. El equipo anunció que parte de lo recaudado de su festival en la ciudad de Tampa, será donado a la Cruz Roja.
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