EL BEISBOL SOLIDARIO CON HAITI

ORLANDO

Quisiera enfocarme en las reacciones que produjo la confesión de Mark McGwire, la firma de Aroldis Chapman con Cincinnati o la cantidad de agentes libres que aún quedan disponibles en Grandes Ligas. ¿Pero cómo pensar en béisbol cuando cerca de tu casa un terremoto mató a cerca de medio millón de personas? "Cientos de miles de muertos" es el probable saldo del terremoto que golpeó el martes a Puerto Príncipe, la capital de Haití, dijo el miércoles el primer ministro Jean Max Bellerive.

Devastación, desolación, miles de heridos, cientos de desaparecidos y hasta el palacio de gobierno en el suelo forman parte del tétrico balance que dejó el fenómeno en el país más pobre del continente americano.

La solidaridad internacional no se hizo esperar y eso incluye el béisbol dominicano. Haití no solamente es vecino de República Dominicana, mi país, sino que ambas naciones son hermanas siameses que comparten una isla (La Española). La migraña que afecta a uno, provoca dolores de cabeza al otro, y viceversa. El torpedero Miguel Tejada, un antiguo ganador del premio Jugador Más Valioso y actualmente agente libre, se puso en contacto con las autoridades consulares de Haití en Miami para ofrecer un contenedor cargado con suministros de primera necesidad para enviarlo a la zona de desastre. José Guillén, de los Rales de Kansas City, prometió contactar la embajada de Haití en Santo Domingo para ofrecer una aportación económica significativa.

Los Gigantes del Cibao, de la liga invernal dominicana, anunciaron que la recaudación del partido del miércoles contra los Toros del Este será donada a las víctimas y se espera que otros clubes del circuito hagan algo parecido. "Tenemos un minuto de silencio en memoria a las víctimas y estudiamos otras cosas que se pueden hacer", dijo Leonardo Matos Berrido, presidente de la Liga Dominicana (Lidom). "Es una tragedia, algo terribe, lo que pasó en Haití, un país hermano con el que compartimos una misma isla", dijo Tejada el miércoles a ESPNdeportes.com desde su hogar en Fort Lauderdale, en el sur de Florida.

"Al principio pensé que era menos grave, pero conforme fueron saliendo las noticias me quedé helado del terror", dijo Guillén mientras esperaba un avión para volar de Miami a Santo Domingo.

"Lo sucedido en Haití es algo muy lamentable, por lo que considero que debemos solidarizarnos y ayudarles en todo lo que sea necesario", dijo Lauretino Genao, presidente de los Gigantes del Cibao, que recientemente clasificaron a la final dominicana. Los Yankees de Nueva York anunciaron un donativo de 500 mil dólares, un gesto que esperan llame la atención de otros clubes y el resto de entidades y personas con poder en Estados Unidos. Haití necesita ayuda urgente y no solamente de los organismos internacionales creados para tales fines, sino de todos nosotros: deportistas, peloteros, Grandes Ligas, ligas invernales caribeñas, medios de comunicación, patrocinadores y aficionados.

Solamente después de ayudar a los hermanos haitianos podremos pensar con tranquilidad en temas menos importantes como el tipo de jeringa que usaba José Canseco para inyectar a McGwire o la disminución de jonrones que tendrá Jason Bay por mudarse del Fenway Park al Citi Field.

por Enrique Rojas, ESPNdeportes.com