Este lunes empieza la serie final del béisbol invernal dominicano de una manera extraña y muy diferente a lo que la mayoría está acostumbrada a ver. Y cómo no decirlo así, si por primera vez desde 1992 se enfrentarán dos equipos que no se llaman ni Licey ni Águilas en la lucha por la corona de campeones. Sí, la pelota dominicana tendrá un nuevo campeón con nombre distinto a Licey y Águilas, y eso, por su parte, no había sucedido desde el 1994-95, cuando los Toros del Este se alzaron con la corona.
Los Leones del Escogido se medirán a los Gigantes del Cibao en búsqueda de su primera corona desde 1992, mientras que el conjunto de San Francisco de Macorís repite en la final, persiguiendo el primer título en la historia de la franquicia.
Ambos son buenos equipos, los Leones presentando una rotación abridora envidiable y que encabeza el zurdo Francisco Liriano, quien ha sido impecable en su presentación en el país este año y llega a las finales con una racha de 32.2 entradas sin permitir carreras limpias.Junto a Liriano encontramos a Nerio Rodríguez, Edward Valdez y Heath Phillips en un cuarteto compacto y con mucho que ofrecer. El único punto flojo de su pitcheo ha sido su relevo y no es por falta de nombres ya que engalan el bullpen figuras como Merkin Valdez, José Veras y Francisco Cordero.
En el caso de estos últimos, el proceso de ponerse en forma ha sido más tedioso de lo imaginado, pero deben dar la batalla. La gerencia que encabeza Moisés Alou también supo conformar un buen equipo ofensivo, con Kevin Barker, Wladimir Balentien, y Willis Otáñez encargados de brindar el poder y Carlos Gómez, Fernando Martínez y Jose Macías preparados para suplir lo demás. El punto más flaco del conjunto es su defensa, con indefiniciones en la segunda base donde han alternado al novato Alexander Valdez con el veterano Argenis Reyes. Su torpedero es Joaquín Arias, a quien las lesiones le han causado algo de mella. Su dirigente es Ken Oberkfell, quien ha sido criticado como un mal dirigente, a pesar de que los Leones ganaron la serie regular y se encuentran en las finales.
Su oponente, Félix Fermín es el dirigente más ganador en la historia de la República Dominicana, quien está de vuelta en las finales aunque con una nueva camiseta luego de abandonar las Águilas Cibaeñas tras el pasado torneo. Al igual que los Leones, los Gigantes también tienen su trío del terror en el plano ofensivo, con Nelson Cruz, Wilson Betemit y Juan Francisco. Recientemente agregaron al dos veces campeón mundial Scott Spiezio, aunque este no se encuentra en plenitud de condiciones.
La defensa de los Gigantes es superior a la de los Leones, con Ramón Santiago en segunda y Wilson Valdez en el campo corto. Tienen un bullpen profundo, incluyendo al mejor cerrador de la liga, en la persona del veterano Darío Veras. La rotación abridora de los Gigantes la encabeza José Capellán, el mejor lanzador de la vuelta regular, quien se hace acompañar de Brandon Duckworth, Aquilino López y el mexicano Arturo López. Los Gigantes llegan con la ventaja de la casa en una serie pautada al mejor de nueve partidos, donde lucen favoritos principalmente por la presencia de un dirigente con mucha mayor capacidad de tomar las decisiones acertadas para el éxito aunque debe ser una batallada sumamente reñida entre los dos titanes.
Pero más que nada, sirve como aire fresco para la Liga Dominicana, que en los últimos 15 torneos solo había tenido campeones con el nombre de Licey y Águilas.
ESPNdeportes.com
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