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SAN LUIS
Albert Pujols se burló del escrutinio a su sequía de jonrones, señalando que pudo durar el doble --incluso, el triple-- y de todas formas seguiría siendo una presencia imponente en el plato. El toletero dominicano, considerado por muchos como el mejor jugador de Grandes Ligas, se preguntó por qué tanta gente estaba obsesionada por su racha de 105 turnos al bate sin sacar una bola del parque hasta fines del mes pasado. La mala racha provocó conjeturas de todo tipo en el béisbol. ¿Le dolía el codo derecho del que fue operado? ¿Sentía molestias en las corvas? ¿Estaba preocupado por su inminente agencia libre? ¿Estaba perdiendo poder a los 31 años?
"¿Por qué tanto alboroto?", dijo Pujols el viernes por la tarde. "Déjenme tranquilo". Unas cuantas horas después, el astro de los Cardenales de San Luis emprendió una racha de jonrones que eliminó cualquier preocupación. En una barrida del fin de semana sobre los Cachorros de Chicago, Pujols bateó cuatro jonrones y remolcó ocho carreras. Ganó el partido del sábado con un bambinazo en la 12da entrada, y repitió la dosis en el 10mo inning del domingo. Esa avalancha con el bate dejó a Pujols entre los líderes de la Liga Nacional con 13 cuadrangulares, incluso sin contar con la protección del cuarto bate Matt Holliday que está lesionado. Parece que se acabaron las dudas.
"Albert está bastante caliente (con el bate) en este momento", comentó el pitcher mexicano Rodrigo López, quien permitió el vuelacercas del domingo,un tablazo que cayó lejos en las gradas. Pujols, por supuesto, sabe de lo que es capaz. Antes de la serie contra los Cachorros, planteó una pregunta. "¿Cuántas veces conecté 14 jonrones en un mes? Búsquenlo, búsquenlo. Deberían saberlo", señaló el dominicano a modo de reto. "¿Saben lo que pasa? Que las cosas buenas nunca salen en los diarios". La respuesta: Pujols sacudió 14 jonrones en abril de 2006 y junio de 2009. El punto es que a veces tendrá un mes lento, como este mayo y en septiembre de 2002, cuando sólo bateó dos cuadrangulares, y en junio de 2009 cuando tuvo cuatro.
El coach de bateo de los Cardenales, Mark McGwire, encaraba las mismas preguntas en sus días de gloria a finales de la década de los 90, cuando todos se preguntaban si le pasaba algo cuando no conectaba un jonrón casi todos los días. La situación es incluso peor ahora. "Las expectativas de la prensa, las redes sociales, de todo", señaló McGwire. "Quieren tener una historia nueva y hablar de algo". El manager Tony La Russa indicó que Pujols es capaz de arreglar sus propios problemas. La evidencia es que el inicialista ha tenido la mejor primera década en la historia de las mayores, con una racha inalterable de temporadas con al menos 30 jonrones, 100 remolcadas y .300 de promedio.
"Cuando termine el año, la gente verá que sus cifras son las mismas de siempre", señaló McGwire.
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