rllr en pelota
Hace unos días cuando hablamos con Felipe Paulino de lo bueno y lo malo de esta temporada, el pitcher venezolano se notaba relajado. Después de todo, la larga e infortunada lesión en el hombro que lo alejó del diamante por más de dos meses, por fin parecía que comenzaba a responder al tratamiento de recuperación. La misma apareció a comienzos de julio justo cuando el serpentinero mejor jugaba. Si bien su marca personal hasta ese momento era negativa, su rendimiento en el montículo estaba lleno de una gran calidad, pero simplemente no encontraba el respaldo de sus compañeros frente al bate.
A pesar que empezaba a sentirse mejor, Paulino pensaba que ya no habría tiempo de regresar por última vez a la lomita de los Astros esta campaña con menos de diez juegos pendientes en el calendario. Pensaba entre otras cosas que aunque la recuperación iba bien, no se encontraba en total forma para lanzar. "Siento que voy bien y por fin veo reales progresos en mi tratamiento. Ya dejé de tomar las medicinas que me habían recetado y me sentí bien en el pitcheo simulado que tuve, pero creo que ya este año no voy a estar y tal vez es mejor hasta esperar que me recupere de todo", comentó.
Mala jugada
Sin embargo, tan pronto como esta misma semana, el fortachón inicialista fue llamado como relevo en el juego del martes ante los Nacionales de Washington a pedido de emergencia del manager, Brad Mills. Como si lo presintiera, Paulino tuvo una desafortunada intervención en el séptimo episodio del juego que su escuadra terminó perdiendo 10-4. Muy a su pesar, el revés recayó en gran parte sobre su responsabilidad ya que el pelotero criollo recibió el juego ganando, y bajo su conducción permitió un jonrón que provocó el empate del choque. Ya después, el equipo ya no pudo recuperarse y terminó cediendo una dolorosa derrota. La imagen del jugador secándose las lágrimas en la banca, después de su actuación refleja el dolor que causa en él regresar esta manera a la acción y dejar este mal sabor en la boca de los aficionados al cierre de esta campaña.
Sin embargo, tan pronto como esta misma semana, el fortachón inicialista fue llamado como relevo en el juego del martes ante los Nacionales de Washington a pedido de emergencia del manager, Brad Mills. Como si lo presintiera, Paulino tuvo una desafortunada intervención en el séptimo episodio del juego que su escuadra terminó perdiendo 10-4. Muy a su pesar, el revés recayó en gran parte sobre su responsabilidad ya que el pelotero criollo recibió el juego ganando, y bajo su conducción permitió un jonrón que provocó el empate del choque. Ya después, el equipo ya no pudo recuperarse y terminó cediendo una dolorosa derrota. La imagen del jugador secándose las lágrimas en la banca, después de su actuación refleja el dolor que causa en él regresar esta manera a la acción y dejar este mal sabor en la boca de los aficionados al cierre de esta campaña.
Paulino sin embargo ha demostrado ser un hombre que sabe recuperarse a las adversidades y conoce muy "Yo he aprendido a comprender que hay cosas que pasan y sobre las que uno nada puede hacer. Es cierto que en esta jugada fue mi responsabilidad elegir este mal lanzamiento sobre Iván Rodríguez, sobre todo porque yo sé como lanzarle para anularlo, pero ya vendrán revanchas", comentó.
Ha madurado
Y si de aprender se trata, Paulino reconoce que ha tratado de aprender su lección de la mejor manera posible este 2010. Después de la oportunidad que el equipo le dio de quedarse todo el entrenamiento de primavera se prometió presentar una nueva cara de su rendimiento y siente que el propósito se cumplió. "Este año sin duda, aprendí a ser un mejor pícher; comprendí que el mejor lanzador no es aquel que hace todo bien para el equipo, sino que hace lo más importante. Yo en los dos meses que tuve de actividad demostré que me tenía confianza en lo que era capaz de hacer, a pesar que las victorias no llegaban. La verdad es que maduré mucho como jugador y a pesar del corto tiempo hoy me siento como un pícher con más experiencia con el que se puede contar para la próxima temporada", agregó. Paulino es positivo y cree que al igual ha demostrado que tiene un buen potencial, que es fuerte física y mentalmente y que puede lanzar para ayudar al equipo a conseguir victorias.
Y si de aprender se trata, Paulino reconoce que ha tratado de aprender su lección de la mejor manera posible este 2010. Después de la oportunidad que el equipo le dio de quedarse todo el entrenamiento de primavera se prometió presentar una nueva cara de su rendimiento y siente que el propósito se cumplió. "Este año sin duda, aprendí a ser un mejor pícher; comprendí que el mejor lanzador no es aquel que hace todo bien para el equipo, sino que hace lo más importante. Yo en los dos meses que tuve de actividad demostré que me tenía confianza en lo que era capaz de hacer, a pesar que las victorias no llegaban. La verdad es que maduré mucho como jugador y a pesar del corto tiempo hoy me siento como un pícher con más experiencia con el que se puede contar para la próxima temporada", agregó. Paulino es positivo y cree que al igual ha demostrado que tiene un buen potencial, que es fuerte física y mentalmente y que puede lanzar para ayudar al equipo a conseguir victorias.
"Lo que pasa es que esto ocupa también tener un poco de suerte y también salud y a mí me faltó un poco de eso", mencionó. Porque por entrenamiento no se puede quejar. Su entrenador de picheo, Brad Arnsberg ha sido una gran influencia en su buen rendimiento frente a la lomita y él no duda en darle el crédito. "El es un entrenador muy dinámico y siempre tiene ideas diferentes para cada uno de los lanzadores. Tiene un enfoque para cada persona, no es igual con todos, es como un entrenamiento personalizado y eso de verdad me ha ayudado mucho", reconoció.
Arnsberg y Paulino fortalecieron su relación desde el pasado entrenamiento de primavera cuando el experimentado entrenador le ayudó, según el mismo Paulino indicó, a recuperar la confianza que tenía perdida desde hacía dos años.
¿Se queda o no se queda?
Pero a pesar de su positivismo, el jugador no está muy seguro de lo que pueda pasar con él la próxima campaña. El sabe muy bien como se mueve este negocio y entiende que los cambios se pueden dar en cualquier momento, incluso cuando menos lo esperas. Por eso no se confía. "Yo estoy bajo lo que Dios quiera. Si me quedo mejor, porque quiero estar con los Astros que son el equipo que me ha dado la oportunidad, pero tengo que estar preparado para lo que venga. Este es mi trabajo y tengo que hacerlo bien donde quiera que me toque", profundizó. Lo bueno para el lanzador es el cambio que se ha vivido en el ambiente del equipo. "Pienso que lo más importante que pasó este año fue el cambio que experimentó el equipo de la primera mitad cuando los peloteros viejos se fueron y en la segunda parte llegó la juventud.
Pero a pesar de su positivismo, el jugador no está muy seguro de lo que pueda pasar con él la próxima campaña. El sabe muy bien como se mueve este negocio y entiende que los cambios se pueden dar en cualquier momento, incluso cuando menos lo esperas. Por eso no se confía. "Yo estoy bajo lo que Dios quiera. Si me quedo mejor, porque quiero estar con los Astros que son el equipo que me ha dado la oportunidad, pero tengo que estar preparado para lo que venga. Este es mi trabajo y tengo que hacerlo bien donde quiera que me toque", profundizó. Lo bueno para el lanzador es el cambio que se ha vivido en el ambiente del equipo. "Pienso que lo más importante que pasó este año fue el cambio que experimentó el equipo de la primera mitad cuando los peloteros viejos se fueron y en la segunda parte llegó la juventud.
Ellos trajeron las ganas de jugar que los otros no tenían, ellos llegaron con ganas de mostrarse y eso trajo un nuevo aire a todo el club", comentó. El suramericano dijo además que si bien las opciones de avanzar a la postemporada son remotas, al menos sí hay esperanza que el equipo termine sobre .500 que es para lo que todo el equipo está trabajando en este momento. Paulino fue mucho más allá y vaticinó que la forma en que la novena houstoniana está realizando el cierre de campaña, hace pensar que en el 2011 puedan alcanzar el objetivo de entrar a los "playoffs" y tener mejor año.
Nuevo miembro
El lanzador adelantó que tal cual como hizo el año pasado, se quedará en Houston en la temporada bajo y no viajará a participar en la liga venezolana, como lo hizo en épocas anteriores. "Voy a quedarme al igual que en el otoño pasado. Quiero tomarme un tiempo de descanso para mí y mi familia, para disfrutar mi bebé que nace ahora en octubre y arrancar con las pilas recargadas el 2011", aclaró.
El lanzador adelantó que tal cual como hizo el año pasado, se quedará en Houston en la temporada bajo y no viajará a participar en la liga venezolana, como lo hizo en épocas anteriores. "Voy a quedarme al igual que en el otoño pasado. Quiero tomarme un tiempo de descanso para mí y mi familia, para disfrutar mi bebé que nace ahora en octubre y arrancar con las pilas recargadas el 2011", aclaró.
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