rllr en pelota
Hace unos años atrás -- y me refiero a varias décadas atrás -- un amigo me enseñó una tarjeta de béisbol de George Foster. Al dorso, una sola cifra en negritas y cursivo me resaltaba a los ojos: 52. El número cincuentón, correspondiente a los jonrones de Foster en la temporada de 1977 con los Rojos de Cincinnati, era significativo. En toda mi niñez nunca había visto a un jugador sobrepasar las cinco decenas de bambinazos. Yo quería poseer esa tarjeta, y la cambié por otra que tenía en mi colección, un ejemplar duplicado y maltrecho del viejo Hank Aaron. En la década de 1980 a 1989, solamente hubo 13 peloteros con temporadas de 40 jonrones o más. En la década de 1990 a 1999 hubo 72 temporadas individuales con 40 jonrones o más. Y de 2000 a 2009, el número subió a 87 temporadas individuales de 40 jonrones o más.
Cuando Foster pegó sus 52 jonrones en 1977, su desempeño era bueno para el 11mo puesto en la lista de todos los tiempos de más jonrones en una temporada. No fue hasta 20 años después que Ken Griffey lo superó al batear 56 jonrones en 1997. Luego de eso, en menos de 15 años, Foster figura en el puesto No. 25 en total de jonrones para una temporada. Con un leñazo contra Félix Hernández en la lomita, José Bautista se unió a Ryan Howard (58 HR, 2006), David Ortiz (54 HR, 2006), Alex Rodríguez (54 HR, 2007), Andruw Jones (51 HR, 2005) y Prince Fielder (50 HR, 2007) para convertirse el jueves en el sexto jugador que alcanza al menos 50 jonrones desde que se implantaron las pruebas de esteroides para jugadores de Grandes Ligas en 2004. A sus 29 años de edad, y con el programa antidopaje bien implementado en Grandes Ligas y en las menores, solamente las aguas turbias del pasado reciente pueden manchar la gran labor del jardinero dominicano. Sí, hay otras sustancias ilegales y prohibidas por el béisbol para las que no existe una prueba a nivel de las mayores, como es el caso de la hormona de crecimiento humano. Pero yo le doy el beneficio de la duda a Bautista, por ahora.
Su situación es muy distinta a la de los tres tristes tigres de Barry Bonds, Mark McGwire y Sammy Sosa, quienes en conjunto superaron los 60 jonrones en seis ocasiones entre 1998 y 2001. Solamente dos jugadores, Roger Maris (61 HR, 1961) y Babe Ruth (60 HR, 1927) habían podido alcanzar seis decenas de bambinazos en toda la historia del béisbol. Con 36 años Bonds generó 73 jonrones en 2001, y a los 35 años McGwire no se cansó hasta pegar 70 jonrones en 1998. Cuando George Foster fue campeón de jonrones de la Liga Nacional con 52 en 1977, fue seguido por Jeff Borroughs con 39 vuelacercas. En la Americana, el legendario Jim Rice se coronaba como bate fuerte con 39 bambinazos. Algo similar sucedió con Bautista este año. Despegó temprano en la temporada y nadie le queda ni cerca. Yo no quiero tarjetas ni de Bonds ni de McGwire ni de Sosa. Quizás te las cambio por una de Bautista, pero no por la de Foster.
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