Albert Pujols no quiso dejar a un joven fanático con un sabor amargo el domingo en la noche, así que hizo lo mejor que pudo y aparentemente lo ayudó. Cuando Pujols disparó un jonrón solitario en la sexta entrada del partido del domingo, la pelota golpeó en el pecho a un niño que estaba sentado en las gradas. Las cámaras de televisión mostraron al jovencito llorando de dolor, y Pujols vio las tomas por televisión cuando entró al clubhouse entre una entrada y otra. Así que le envió al joven un bate autografiado. “Estaba viendo el vídeo, y lo ví llorando”, dijo Pujols. “Pensé en que esa no es la forma en que quieres que te recuerden, ser golpeado por una bola. Así que le envié un bate, y no fue para llamar la atención”. “Cuando golpeas a un pequeño como él, es una experiencia que no quieres que ese niño tenga”. Los representantes del estadio no tomaron el nombre del fanático. Pero las tomas que hizo la transmisión más tarde mostraron que el jovencito estaba más contento tras recibir el bate.
IMPACTO DEPORTIVO
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