BALTIMORE, (Sun). El podría tener el trabajo por sólo unos pocos juegos, pero esos que lo conocen dicen que como quiera dejará su marca en los Orioles como dirigente interino. El es un beisbolista de toda la vida con una infecciosa ética de trabajo, con persuasivo estilo y una astucia para hacer las cosas a su manera. “Este trabajo encaja realmente bien para Sammy”, dijo el otrora Oriol Mickey Tettleton, quien jugó con Samuel en Detroit en 1994. “El siempre se condujo con un rol de líder. Los jugadores de Sammy trabajarán fuerte, como él lo hizo, y jugarán el juego correctamente”.
El nuevo piloto creció en la República Dominicana con una pasión por el juego, jugando pelota callejera y haciendo máscaras de receptor con deshechos de metal. Uno de siete niños de una madre soltera, Samuel estaba ganando como $20 semanales en una factoría de pantalones cuando firmó con Filadelfia en 1980. “Yo jugué el juego agresivamente. Me gustaría dirigir de la misma forma”, dijo. “Agresivo, tomar riesgos, y eso es lo que trataré de hacer. Espero que estos muchachos salgan con alguna energía; espero que ellos compitan. Eso es lo número 1 para mí. Si usted compite, sin importar el resultado, usted se va a casa sintiéndose bien. Salgamos a competir. Cada lanzamiento, casa turno al bate. Yo esperaría que estos muchachos salgan al terreno con un montón de entusiasmo, un montón de fuego, y pienso que los fanáticos aprecian eso. Eso es lo que le quiero decir a los fanáticos esperen eso de ellos –el entusiasmo, la agresividad, la preparación”.
Eso es lo que otros vieron en Samuel.
“Vive cada día como si fuera tu último. Esa es la manera como juega el juego”, dijo Joe McIlvaine, el otrora escucha de los Orioles. La ética de trabajo de Samuel siempre sobresalió. “Sammy fue un jugador inteligente que siempre, siempre trabajó fuerte en sus cosas”, dijo Davey Johnson, el una vez dirigente de los Orioles que dirigió a Samuel con los Metros de Nueva York en 1989. “Me gusta mucho, le deseo bien. Es doloroso observar a los Orioles ahora en TV. Espero que Sammy haga un gran trabajo”. Sparky Anderson fue un paso más lejos. “Yo les garantizaré que Baltimore despertará, tres o cuatro años a partir de ahora, diciendo, ‘Hicimos una buena selección’”, dijo Anderson, un miembro del Salón de la Fama que dirigió a Samuel con los Tigres de Detroit en 1994-1995. “Sammy es tan honesto lo puede ser una persona. Yo apostaré sobre la mesa todo lo que tengo de que su carrera (como dirigente) es increíble”.
EL NACIONAL
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