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La Liga Nacional tiene algunos lanzadores dominantes, con tipos como Tim Hudson, Ubaldo Jiménez, Tim Lincecum, Josh Johnson y Roy Halladay. Pero es Adam Wainwright quien ha asumido calladamente el liderato en la contienda por el cy Young del más viejo de los circuítos.
Es fácil para Wainwright, quien lanzar el miércoles ante los Rojos de Cincinnati Reds, el ser pasado por alto, porque siempre siempre está vinculado al monstruo de dos cabezas, la combinación de lanzadores 1-2 de él y Chris Carpenter. Seamos honestos, cuando uno piensa en el cuerpo de lanzadores de los Cardenales de San Luis, uno piensa en Carpenter-Wainwright. Es entendible porque ellos son una de las mejores combinaciones de lanzadores uno-dos de los pasados años, pero pensar en ellos como un conjunto impacta el reconocimiento individual de Wainwright. Y merece ser reconocido, por lo que ha hecho en los pasados años.
Dicho esto, pienso que cualquier evaluador de talento, cualquiera que lo haya enfrentado y cualquier pelotero en su equipo se da cuenta que él está en la lista corta, muy corta de grandes lanzadores. Entró a la escena en el 2006 como relevista, llenando una necesidad en los Cardenales y cerrando cuatro partidos en postemporada durante la corrida de San Luis hacia la Serie Mundial. De ahí, saltó a ser miembro de la rotación a tiempo completo. Ha ido mejorando con cada año que pasa. Su efectividad de 3.70 en el 2007 bajó a 3.20 en el 2008 y a 2.63 en el 2009. ¿En esta temporada? Tiene efectividad de 2.07 con un increíble record de 11-0 en casa mientras se encamina a su salida como visitante ante Cincinnati. Uno esperaría que la mayoría de los lanzadores de Grandes Ligas aprendan, practiquen y mejoren en el transcurso de sus carreras, pero realmente ese no es el caso. Pienso que la contínua mejoría de Wainwright -- y éxito -- es un crédito a su talento y su ética de trabajo. Tiene un gran coach de pitcheo en Dave Duncan, pero uno puede decir que él realmente ha trabajado en su repertorio.
Lo que lo hace grandioso es que él es el lanzador ideal -- un grandote derecho que mide 6-pies-7 con una buena recta, pero que además es versátil. Es único en el sentido de que es un pitcher que busca el ponche pero que puede hacer los ajustes para buscar el rodado cuando es necesario. Wainwright puede sacar a los bateadores de out con su sinker temprano en los conteos, pero además tiene la habilidad de conseguir el ponche y llegar lejos en los partidos. Se parece mucho a Halladay, quien tiene la capacidad con su recta de dos costuras de sacar outs tempranos en el primer par de lanzamientos en los turnos. El año pasado, Wainwright estaba en contienda cerrada con Lincecum y Carpenter por el Cy Young de la Liga Nacional. De hecho, el margen de 10 puntos que separó al primer lugar del tercero -- Lincecum obtuvo 100 puntos, Carpenter 94 y Wainwright 90 -- fue el segundo más cerrado en la historia de la Liga Nacional.
Este año debe ser igualmente cerrado. Pero si Wainwright sigue lanzando en la recta final de la manera en que lo ha hecho este año, se llevará a casa el preciado trofeo. Con los Rojos y los Cardenales batallando en cerrada contienda por la División Central de la Liga Nacional, el contínuo éxito de Wainwright nunca ha sido tan importante como ahora. Cincinnati es un equipo un poco más atlético que San Luis, y desde arriba hasta abajo en la alineación ellos probablemente tienen jugadores que son más peligrosos moviendo el bate. Pero los Cardenales tienen un par de ases que los Rojos no pueden igualar.
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