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A veces porque son muchos. Otra, porque no hay. Lo cierto es que los peloteros latinos que juegan en la Liga Nacional han estado marcados esta temporada por el signo de la inestabilidad. La semana entre el domingo 24 y el sábado 30 de julio fue uno de esos períodos en que los peloteros de habla hispana estuvieron, en su mayoría, apagados. Sólo unos pocos sobresalieron, entre los que se incluye el cátcher puertorriqueño de los Cardenales de San Luis, Yadier Molina. El menor de la dinastía Molina disparó ocho hits en 19 veces, para average de .421, con seis carreras anotadas y cinco impulsadas. Yadier tuvo entre sus hits un par de dobletes y un jonrón, para slugging de .684. Uno que estuvo encendido fue el dominicano Emilio Bonifacio, de los Marlins de la Florida, quien llegó a hilvanar una cadena de 26 juegos consecutivos bateando de hit.
Entre sus hits, Lee botó tres pelotas sobre las cercas y su slugging fue de .552 También con los Astros brilló el pequeño segunda base Jose Altuve, para muchos la versión venezolana de Dustin Pedroia, por su baja estatura y su sólida ofensiva. Altuve, que mide apenas cinco pies y siete pulgadas, sonó diez cohetes en 23 turnos, para average de .435, con dos anotadas e igual número de impulsadas. Como extrabases archivó un par de dobletes y su slugging fue de .521. Y el cubano Ráúl Ibáñez, que anduvo frío, frío la semana anterior, retomó su curso, para calentar a los Filis de Filadelfia. Ibáñez bateó de 26-7 (.269), pero al igual que Carlos Lee, fue altamente productivo, al anotar tres y remolcar siete.
El veterano jugador cubano jonroneó en una ocasión y añadió dos dobletes, para slugging de .461.
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