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SANTO DOMINGO Los Marlins de Florida necesitan desesperadamente ponerse de acuerdo en qué quieren hacer con el torpedero dominicano Hanley Ramírez. Es cierto que Ramírez ha tenido algunos problemas de actitud en el pasado, como sucedió con el entonces dirigente Fredi González y también en algún momento con Edwin Rodríguez. Incluso, su compañero de equipo Logan Morrison lo increpó públicamente a que se apretara la correa y que realmente fuera el líder que se espera que sea.
Pero que el asistente del presidente del equipo, Jeff Conine diga públicamente que la principal figura del equipo es un pelotero que no trabaja duro y que no hace las cosas como se espera es hasta cierto punto alarmante. Ramírez ha estado por debajo gran parte de la temporada, como indican sus números generales de .247, con 10 jonrones y 45 remolcadas. Pero atacar al dominicano en un momento en el que ha comenzado a producir tiene poco sentido y mucho menos que lo haga una figura principal de la directiva del equipo. El quisqueyano ha disparado cinco cuadrangulares y ha remolcado 21 carreras en julio y su promedio de bateo se encuentra en .315 en los 89 turnos al bate que ha agotado en el cuarto mes de la campaña.
"Lamento que el señor Conine se sienta así, y lo admiro por todos los méritos de su carrera. Me enorgullece dejar mi pellejo en el terreno y mi sudor en el uniforme cada noche por mi equipo, persiguiendo nuestras metas de ganar. Final de la historia, hay juegos que ganar!", escribió Ramírez en su cuenta de Twitter. Es cierto que Hanley necesita concentrarse un poco más, que se espera una mejor producción de quien es la principal figura del equipo, pero al mismo tiempo, es inconcebible que la directiva de su organización se dedique a tirar por el suelo a sus jugadores.
ESPNDEPORTES.COM / DIONICIO SOLDEVILA
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