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Los jugadores latinos representan ua cuarta parte de la población de Grandes Ligas. Por tanto no es nada extraño que sean protagonistas de cada proceso que se verifica en la industria, incluyendo el mercado de cambios de mitad de temporada.
Las transferencias del lanzador dominicano Ubaldo Jimenez, de los Rockies de Colorado a los Indios de Cleveland, y del jardinero puertorriqueño Carlos Beltran, de los Mets de Nueva York a los Gigantes de San Francisco, fueron los movimientos más impactantes entre los que se produjeron antes de la fecha límite de cambios (31 de julio, 4 pm ET) en el mercado de mitad de temporada del béisbol.
El cerrador Francisco Rodriguez, los torpederos Rafael Furcal y Orlando Cabrera y los utility Mike Aviles y Felipe Lopez también cambiaron de camisetas, mientras que el lanzadores dominicanos Wandy Rodriguez, Leo Nunez y Joel Peralta fueron retenidos por sus clubes al último momento. Los clubes aún pueden seguir transfiriendo peloteros el resto del año, pero no sin antes pasarlos por el proceso de waivers, lo que limita considerablemente el flujo de las transacciones. Jiménez, quien tiene marca de 56-45 y efectividad de 3.66 en seis años lanzando mayormente en el Coors Field, peleó el Cy Young en el 2010 (19-8, 2.88), pero declinó a 6-9, 4.46 en el 2011. Su recta promedió 96 millas por hora el año pasado y 93.2 esta temporada. Con 27 años de edad, un probado arsenal de lanzador cabecera de rotación y un contrato blando (ganará $10 millones de dólares por próximas dos temporada y su club conserva una opción de $8 millones para el 2014) Jiménez era la opción perfecta.
Además de Cleveland, también mostraron interés públicamente al menos otros seis clubes, incluyendo Yankees, Boston, Detroit y Cincinnati. Beltrán, un seis veces Todos Estrellas en su último año de contrato, fue mandado a los Gigantes, actual campeón de las ligas mayores y el líder de la División Oeste de la Liga Nacional. Beltrán, quien jugará en el jardín derecho y bateará tercero el resto del camino, tendrá la oportunidad de regresar a la postemporada por primera vez desde el 2006. Antes que a Beltrán, los Mets transfirieron su cerrador "K-Rod" a Milwaukee, donde está fungiendo como preparador del taponero John Axford. Los Cerveceros también agregaron al boricua López, quien estaba en ligas menores con Tampa Bay.
Después de adquirir a Jiménez, los Indios mandaron al colombiano Cabrera a San Francisco. Cabrera, un veterano de 15 temporadas, ha jugado en la postemporada por cuatro años seguidos con cuatro clubes diferentes y seis veces en su carrera. El dominicano Furcal, de 33 años, se encontraba en medio de la peor temporada de su carrera en Los Angeles (.197 en 137 turnos), pero de repente tendrá la oportunidad de jugar un rol importante en la carrera que tienen los Cardenales de San Luis en la División Central de la Liga Nacional. San Luis agregó a su bullpen al derecho dominicano Octavio Dotel, quien llegó junto a Edwin Jackson en el movimiento que mandó a Toronto al jardinero Colby Rasmus. Dotel tenía 2-1, 3.68 y 30 ponches en 29.1 entradas en 36 juegos con los Azulejos. El puertorriqueño Avilés pasa a ser el principal sustituto del cuadro interior de los Medias Rojas de Boston, líderes de la poderosa División Este de la Liga Americana, que lo adquirió desde Kansas City.
Aviles batea .222 en el 2011, pero es un probado liniero con .286 en su carrera. Los Reales, que consiguieron al dominicano Yamaico Navarro en la transacción de Avilés, habían enviado al antesalista dominicano Wilson Betemit a los Tigres de Detroit, punteros en la División Central de la Liga Americana. El lanzador dominicano de ligas menores Juan Rodríguez pasó de Boston a los Dodgers en el cambio que llevó a Erik Bedard a los Medias Rojas. El derecho quisqueyano Juan Abreu fue mandado de Atlanta a Houston en la transacción de Michael Bourn y el antesalista quisqueyano Francisco Martinez pasó de Detroit a Seattle en el cambio por el lanzador Doug Fister. El zurdo Wandy Rodriguez y el cerrador Leo Núñez se quedaron con Houston y Florida, respectivamente, después que varias conversaciones para transferirlos quedaron estancadas. Lo mismo ocurrió con otro lanzador dominicano, el relevista Joel Peralta, quien permaneció en Tampa Bay.
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