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El hecho de que los Rockies estén dispuestos a negociar sobre Ubaldo Jiménez está levantando varias cejas en las oficinas de los equipos rivales, quienes se preguntan si la posición de Colorado de escuchas ofertas es una reflejo de la pobre actuación de Jiménez en la primera mitad, o una recta disminuída, o algo relacionado a la salud o la felicidad de Jiménez. Desde la perspectiva de los Rockies, Jiménez es un lanzador de 27 años, que pertenece a la parte superior de la rotación y que actualmente tiene un contrato amigable para cualquier equipo -- un lanzador que eventualmente será demasiado caro para Colorado, que ya tomó la decisión de construir el futuro de la novena alrededor de Troy Tulowitzki y Carlos González.
Los Rockies dicen que Jiménez es un buen tipo -- de hecho, un gran tipo fuera de serie -- que ha logrado recuperarse de sus problemas en la primera mitad, y que las preguntas que han hecho los equipos rivales solo reflejan la escasez de lanzadores abridores en el mercado actual, y que tienen la obligación de escuchar lo que podrían ser grandes ofertas. Los Rockies le están diciendo a los equipos interesados que el precio será alto, y que si Colorado lo cambia, la extracción de prospectos a cambio será dolorosa. Un evaluador de las posibilidades de que Jiménez sea cambiado dice: 25 por ciento. "Tiene que ser algo que le haga sentido a los Rockies ahora mismo," dijo el evaluador.
Los Rockies tienen como objetivo el recibir jugadores que puedan ayudar en las Grandes Ligas ahora mismo, o en el futuro muy cercano. Los Tigres tienen interés, pero podrían no tener los prospectos adecuados para satisfacer el interés de Colorado; un tercer equipo podría ser necesario para llegar a un acuerdo. Los Yankees tienen los jugadores que podrían ser necesarios para un acuerdo -- incluyendo Iván Nova -- pero no está claro cual es su nivel de interés, y si sus intereses puedan cambiar, dados los problemas recientes de Bartolo Colón y Freddy García. Jiménez tiene un contrato único, parecido a los que firmaron Fausto Carmona y Joakim Soria. Su salario del 2012 será de $4.2 millones, y entonces el equipo tiene opciones para el 2013, por $5.75 millones, y para el 2014, por $8 millones.
Si es cambiado, la opción del 2014 desaparece, pero ya sea con los Rockies o con cualquier otro equipo, no existe virtualmente un riesgo involucrado con este acuerdo; si su rendimiento desciende, su equipo simplemente podría darlo de baja o cambiarlo con poco que perder. Pero ese contrato de bajo riesgo es también parte de la razón por la que los Rockies están colocando un valor alto en Jiménez en sus conversaciones con otros equipos. Algunos de los equipos interesados -- grupo en el que están equipos que no son contendores -- creen firmemente que si Colorado no logra un acuerdo entre ahora y la fecha límite de cambios, están casi seguros de que lo cambiarían en el invierno, cuando de nuevo el mercado de lanzadores abridores sea escaso y cuando más equipos estén involucrados en la puja.
En su mejor momento, en la primera mitad del 2010, Jiménez fue tan dominante como cualquier otro lanzador que se haya visto en la última década. En su peor momento, él es un experimentado abridor que no es muy costoso. Así que los Rockies están recibiendo llamadas, y los evaluadores rivales están tratando de determinar, por si mismo, la razón por la que Colorado está considerando hacer esta movida ahora mismo, antes que se comiencen a intercambiar nombres en propuestas de cambio.
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