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En reconocimiento al excelente desempeño, involucramiento en actividades filantrópicas y por la magnífica relación con su equipo, el Club Atlético Licey realizó un encuentro de despedida a la cónsul General de Estados Unidos y su familia, que da por terminada sus funciones en República Dominicana. El encuentro en honor a Mary Sue Conaway y su esposo Vern Conaway se llevó a cabo el miércoles en la sede del más glorioso equipo de béisbol del Caribe, en el estadio Quisqueya de Santo Domingo, y contó con la presencia de numerosos funcionarios del Consulado y Embajada estadounidenses. La junta directiva del Licey, encabezada por su presidente, doctor Fernando Ravelo Álvarez, el gerente general Fernando Ravelo Jana y el recién designado manager Rafael Landestoy, entregaron un trofeo alusivo a la despedida de la dama diplomática y su familia.
Por su lealtad, cariño y fanatismo para con nuestro equipo a lo largo de la estadía en la República Dominicana: “Siempre estarán en nuestros corazones”, reza la inscripción en el trofeo. En sus palabras de agradecimiento, dijo que es un honor recibir el reconocimiento, además de estar agradecida por el trato que le dispensó el Licey. La directiva azul destacó la labor filantrópica en que se involucró con los suyos en el país, mediante la casa hogar denominada “Nuestros Pequeños Hermanos”, con sede en San Pedro de Macorís, en la cual brindan cuidados a 213 niños. La cónsul y esposo destacaron que hace dos años que se integraron a la casa hogar NPH. Antes, entre 1993 y 1995, cuando estuvieron en funciones diplomáticas en Haití, hicieron lo propio en la que funciona en el fronterizo país.
Esta organización funciona desde hace 30 años y tiene nueve casas en el mundo. Al respecto, la dama dijo que mantendrá sus visitas a la casa de niños en San Pedro de Macorís, donde se mostró a disposición para con la organización azul del béisbol invernal dominicano. La directiva azul destacó su compromiso de colaboración con la casa Nuestros Pequeños Hermanos, como lo demuestra la integración del gerente general Fernando Ravelo, Pedro Martínez y Emilio Bonifacio; a través de éstos, jugadores de otros equipos, como Miguel Batista, Fernando Tatis y el coach de pitcheo Ricardo Aponte.
Por su lealtad, cariño y fanatismo para con nuestro equipo a lo largo de la estadía en la República Dominicana: “Siempre estarán en nuestros corazones”, reza la inscripción en el trofeo. En sus palabras de agradecimiento, dijo que es un honor recibir el reconocimiento, además de estar agradecida por el trato que le dispensó el Licey. La directiva azul destacó la labor filantrópica en que se involucró con los suyos en el país, mediante la casa hogar denominada “Nuestros Pequeños Hermanos”, con sede en San Pedro de Macorís, en la cual brindan cuidados a 213 niños. La cónsul y esposo destacaron que hace dos años que se integraron a la casa hogar NPH. Antes, entre 1993 y 1995, cuando estuvieron en funciones diplomáticas en Haití, hicieron lo propio en la que funciona en el fronterizo país.
Esta organización funciona desde hace 30 años y tiene nueve casas en el mundo. Al respecto, la dama dijo que mantendrá sus visitas a la casa de niños en San Pedro de Macorís, donde se mostró a disposición para con la organización azul del béisbol invernal dominicano. La directiva azul destacó su compromiso de colaboración con la casa Nuestros Pequeños Hermanos, como lo demuestra la integración del gerente general Fernando Ravelo, Pedro Martínez y Emilio Bonifacio; a través de éstos, jugadores de otros equipos, como Miguel Batista, Fernando Tatis y el coach de pitcheo Ricardo Aponte.
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