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DENVER El renaciente bate del dominicano Miguel Olivo podría ser otra arma para los Rockies durante su lucha por un pase a los playoffs. El quisqueyano tenía promedio de .325 con 11 jonrones y 42 remolques en 63 encuentros antes de la pausa del Juego de Estrellas y tuvo argumentos para ser incluido en el Clásico de Media Temporada. Desde entonces ha bateado .198 con dos cuadrangulares y 10 impulsadas en 32 partidos, compartiendo el puesto detrás del plato con Chris Iannetta. Sin embargo, Olivo ha bateado de 12-6 con dos empujadas y tres anotadas en sus últimos tres juegos en Colorado, aunque no estuvo en la alineación titular para el cierre de la serie contra Cincinnati.
El catcher señaló que su bache lo llevó a analizar demasiado y, aunque aún no ha podido salir de esa mentalidad, está más cerca. "He observado bastantes videos del año pasado en Kansas City [donde conectó 23 jonrones] y estudié lo que estaba haciendo, pero es difícil", indicó Olivo. "Cuando estás bateando bien, sólo sales a jugar. Pero cuando pasas por un mal momento, ahí es que comienzan las dudas". El receptor dijo que su doblete hacia el jardín derecho durante la segunda entrada del tercer partido contra los Rojos fue una señal de que ya casi saldrá de su bache. "Ya estoy progresando", expresó Olivo. "Todavía pienso algunas cosas pero estoy haciendo lo posible por simplificar todo y poner la pelota en juego. Cuando conecto hacia el jardín derecho, eso quiere decir que he recuperado mi swing".
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