En medio de una serie de preguntas en español durante el día de los medios del Juego de Estrellas el lunes, al dominicano Hanley Ramírez se le pregunto en ingles acerca del próximo Juego de Estrellas a celebrarse en Arizona y la postura de ese estado sobre la inmigración. El reportero quería saber el punto de vista del pelotero sobre este delicado tema. "Es algo bueno para Arizona", dijo Ramírez. "¿Tú crees que es algo bueno?", le respondió el reportero.
"¿de verdad es algo bueno?", preguntó una vez más el reportero. "Sí, es bueno", dijo Ramírez. "Es bueno para Arizona tener la sede de un Juego de Estrellas" Ramírez entonces sonrió nerviosamente. Sus comentarios estuvieron muy cerca de ser malinterpretados y el dominicano lo sabía. No era la primera vez que esto sucedía. Pregúntenle al campocorto estelar de Florida y el les dirá que está lejos de ser el jugador perfecto o persona perfecta pero en ocasiones sus comentarios son malinterpretados. El quisqueyano dice que no sólo es el ídolo en Latinoamérica, especialmente en su natal República Dominicana. Pero tampoco es ese chico que según muchos en este país habla disparates a diestra y siniestra.
El mundo del béisbol está de acuerdo en que Ramírez es un gran talento. Ese talento estuvo en exhibición el lunes cuando el toletero dominicano terminó en segundo lugar detrás de su compatriota y bien amigo David Ortiz de Boston en el popular Festival de Jonrones State Farm, como también lo estuvo su lado humano. Ramírez es sin duda alguna un cañonero pero pídanle que se describa a sí mismo y él les dirá que sólo es un hombre común y corriente quien ama jugar al béisbol. "Creo que la gente malinterpreta las cosas", dijo el dominicano. "¿Qué puedes hacer al respecto? La gente a veces habla por hablar. No pueden echarme la culpa de todo". La controversial conducta de Ramírez es ya conocida por muchos. A principios de esta temporada el jugador fue fuertemente criticado por no esforzarse en algunas jugadas y por criticar a sus compañeros y a su ahora ex manager Fredi González. El quisqueyano fue enviado a la banca por sus acciones y luego pidió disculpas.
González fue despedido por los Marlins el mes pasado. "Lo que pasó entre Fredi y yo ya quedó en el pasado", manifestó Ramírez. "Somos como una familia. A veces recurres a ciertas personas más de lo que ves a tu familia. En ocasiones hay desacuerdo, pero lo dejas en el pasado. Lo respeté, él me respetó a mí. No me pueden señalar por eso". La controversial conducta de Ramírez también incluye un altercado con su compañero Dan Uggla, problemas con reporteros y hasta con la política de corte de cabello de los Marlins. Muchos se preguntaron si Ramírez se disculparía después del más reciente incidente con González y algunos en la prensa y la televisión se preguntaban si esa disculpa realmente sería legítima. El veredicto llegó: Hanley no es un buen muchacho.
Pero, ¿Es realmente un mal tipo? Para quienes lo conocen bien, y para un gran contingente de medios de comunicación hispanos que han seguido a Ramírez desde que era un chamaco el pelotero es un gran tipo. "Hanley es un muchacho sencillo", dijo el lanzador estelar de los Marlins, Josh Johnson. "No es un tipo que ande gritándole a todo mundo. Llega, hace su trabajo. Es un muchacho tranquilo. Algunas veces se frustra y dice cosas que pudieran no ser las más aptas para el equipo pero quienes lo conocemos sabemos que en el fondo no lo dice en serio. Es un muchacho de buen corazón". Por su parte, Ramírez dice que sólo trata de ser él. Lo puedes querer u odiar pero en el fondo preferiría si lo quieres un poco. Ramírez no es un chico que le huya a la atención. Pero le gustaría ser recordado más como el famoso Hanley Ramírez en lugar del notorio Hanley Ramírez.
"Siempre he sido la misma persona", destacó el quisqueyano. "Si me tratas bien siempre te trataré bien. Tengo una rutina a la que me apego. ¿Si un reportero se me acerca y yo estoy en medio de esta rutina y no puedo hablar quiere decir que soy un hombre malo? No puedo controlar la opinión de los demás".
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