Otra semana que pasa y nuevamente el dominicano Vladimir Guerrero figura como el Mejor Latino de la Liga Americana por su bateo despiadado.
Guerrero se ha convertido en una máquina de impulsar carreras y va en paso de superar la cifra de 131, su mayor cantidad de remolques para una campaña, que consiguió en 1999. En la semana, el bateador designado de los Vigilantes de Texas sonó nueve hits en 23 turnos, para average de .391, con cinco anotadas y diez empujadas, para llegar a 70, líder absoluto de ese departamento en todas las Grandes Ligas. Vlad pegó hits de todos tamaños, tres sencillos, dos dobletes, un triple y tres jonrones, con un slugging de .957. Otro bateador designado, dominicano por demás, también gozó de una semana de lujo. David Ortiz, de los Medias Rojas de Boston, conectó siete imparables en 18 turnos, para .388 de average, con cinco anotadas y ocho remolques.
El Big Papi, que hace 15 días fue el Jugador Latino de la Liga Americana y la pasada semana resultó el frío, frío, sonó esta vez cuatro dobletes y dos bambinazos, con un slugging de .944.
Cabrera está haciendo méritos para ganar su primer premio de Jugador Más Valioso de la Liga Americana y es un serio aspirante a la Triple Corona, al figurar quinto en promedio (.338) y segundo en jonrones (20) e impulsadas (68). El zurdo cubano Gio González, de los Atléticos de Oakland, también disfrutó de un buen período entre el domingo 27 de junio y el sábado 2 de julio. En dos aperturas trabajó 12 innings y dos tercios, en los que permitió apenas una limpia, con nueve hits y siete ponches, para una efectividad de 0.71.
Y ni hablar del mexicano Joakim Soria, cerrador de los Reales de Kansas City. En la semana, Soria tuvo cuatro oportunidades para salvar juegos y en todas salió airoso.
En cuatro innings completos permitió dos hits y una limpia, con tres abanicados, para llegar a 22 rescates en la campaña, líder del joven circuito.
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