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ORLANDO El debut de Manny Ramírez con los Medias Blancas de Chicago, el martes en Cleveland y luego en casa el 10 de septiembre, recibirá una gran atención de medios y fanáticos, pero hay muchas razones para que no alcance ni de cerca la dimensión de la manía que desató el arribo del polémico jardinero dominicano a los Dodgers de Los Angeles.
Lo primero es que el sur de Chicago no es el sur de California (¿les suena el nombre Hollywood?) y los Medias Blancas no han logrado superar ni siquiera a unos perdedores como los Cachorros en atención dentro de su propia ciudad. Los Dodgers es una de las franquicias más populares y exitosas del béisbol. Los Medias Blancas una de las más grises y perdedoras de la historia. Punto. Lo segundo es que el Ramírez que llega a los Medias Blancas está muy diezmado, física y espiritualmente, en relación al que pasó de Boston a los Dodgers el último día de julio del 2008. El Ramírez que llegó a los Dodgers tenía cuatro lesiones, dos años y una suspensión por sustancias menos que el de ahora.
El Ramírez de los Medias Blancas seguramente puede producir, especialmente como bateador designado, pero aspirar a que igualará lo que hizo con Los Angeles (.322, 44 H4, 156 CE, 130 CA, .433 de embasamiento en 735 turnos) es una fantasía, una ilusión, una ficción, una utopía, un sueño de verano. En Chicago, Ramírez tendrá la oportunidad de mostrar que aún puede ser un bateador útil en la Liga Americana, jugando cinco días como designado, uno en los jardines y otro como emergente. Recuerden que Ramírez, quien batea .313 con 554 jonrones y 1,828 impulsadas, será agente libre al final de la temporada y la palabra retiro aún no forma parte de su limitado vocabulario. Si Chicago (y otros que lo reclamaron) está conforme con $4 millones de dólares por un mes de juego, entonces se puede decir que Ramírez, de 38 años, no tendrá inconvenientes para encontrar ofertas de trabajo en el invierno.
Por otro lado, la batalla de los Medias Blancas por llegar a la postemporada es más difícil de lo que dice el standing actualmente (a 4 juegos de Minnesota en la División Central), precisamente por la clase de rival que enfrenta. Minnesota es un equipo completo, que está acostumbrado a jugar mejor en septiembre y que para el colmo pronto recibirá un refuerzo de lujo llamado Justin Morneau, quien era el principal candidato al Jugador Más Valioso de la Liga Americana cuando se golpeó la cabeza con la rodilla de infielder John McDonald, de Toronto, el 7 de julio.
Así las cosas, reitero, la llegada de Manny Ramírez a los Medias Blancas tendrá un gran impacto inicialmente, pero jamás el mismo que produjo su ingreso a los Dodgers.
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